Job 42: Conocer
de Dios / Conocer a Dios
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Muchos
hemos leído el libro de Job, o al menos hemos escuchado su historia
en algún sermón o conferencia. Sabemos que Job era el hombre mas
recto y justo de su tiempo, que era reconocido por Dios en cuanto a
su conducta y que hasta ofrecía sacrificios al Señor diariamente
para redimir los pecados de sus hijos (Job 1: 1-5). No había tacha
en Job, era ejemplar y humanamente no merecía vivir ningún tipo de
calamidad, podría decirse que era un íntimo hijo de Dios, pero
Jehová en su soberanía dio permiso a Satanás para que trastorne su
vida y sea refinada su fe como el oro al pasar por el fuego. En ese
proceso Job no blasfemó ni maldijo a Dios; se quejó en su presencia
y buscó su rostro para recibir ayuda divina y una explicación a su
situación de gran adversidad; el resultado fue una conversación
cara a cara con El Creador, en la cual se da cuenta que Dios es mas
grande que su tribulación y que su vida es como el polvo.
Al
final, Dios restituye todo el dolor y humillación bendiciéndole con
doble proporción a sus pérdidas y permitiéndole tener un verdadero
encuentro con El. Su fe fue refinada como el oro, y quienes le
rodeaban fueron testigos de la magnificencia del Altísimo sobre su
vida.
¿Estás
pasando por el peor momento de tu vida?
¿Estas
siendo probado(a) en una situación que te vulnera y evidencia tu
incapacidad?
¿Perdiste
el control de tu vida injustamente y sientes que Dios te abandonó?
Es la
oportunidad para que conozcas a Dios profundamente... es el tiempo de
que avances en tu intimidad con el Soberano que nunca pensará en
destruirte y que nunca te ha dejado... tan solo te está convirtiendo
en una persona cuya fe trastornará el mundo y mostrará la gloria
del Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos.
Señor Jesucristo, soy
consciente de que mi vida será verdaderamente transformada cuando
tenga un íntimo encuentro contigo. No se que harás para que te
conozca profundamente, pero creo que tienes el control de mi vida y
sabes lo que mas me conviene. Gracias Señor porque tus misericordias
son nuevas cada día y además son para siempre. Amén
Pr Alejandro Gil Sánchez.
