Cada cosa que decimos afecta de manera directa la atmósfera espiritual bajo la cual vivimos y es como semilla que cae en tierra e indefectiblemente dará un fruto. Pide al Espíritu Santo que tome control de tu lengua y que libere poder y bendición por medio de lo que hablas.
Espíritu Santo, en el nombre de Jesús te pido que hables tu y no yo. Toma el control de mis palabras por favor por medio de la transformación de mi corazón.
"Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,
Oh Jehová, roca mía, y redentor mío."
SALMOS 19:14
Pr Alejandro Gil Sánchez
mision.sembradores@gmail.com