Mensajero
falso con mensaje verdadero
Lee hoy: Hechos 16: 16-26
Reflexión:
Muchas personas
(supuestos creyentes en Cristo) creen en mensajeros o sistemas
religiosos basándose en la veracidad de sus “predicciones” y
“revelaciones”, pero sin tener en cuenta su convergencia con la
enseñanza bíblica. Normalmente quienes caen en las garras de las
tinieblas bajo esta estrategia, son personas que no tienen genuina
comunión con Dios, no andan guiados por el Espíritu Santo y su fe
es más bien un moralismo intelectual que poco o nada tiene que ver
con el discernimiento espiritual que viene de lo alto. Solo alguien
que esté lleno del Espíritu Santo y tenga una permanente comunión
con Dios en oración, alabanza, adoración, ayuno y estudio bíblico;
podrá saber si el mensajero es falso o viene de Dios.
Notamos
en la historia que nos narra Lucas (el escritor de Hechos de Los
Apóstoles) que la mujer con espíritu de adivinación estaba
pregonando un mensaje 100% verdadero y revelador:
“Estos
hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino
de salvación”
Hechos
16: 17
Pero
lo interesante aquí es que a pesar de la veracidad del mensaje,
sabemos que la mujer estaba siendo guiada por un espíritu de
adivinación y no por el Espíritu Santo de Dios. Era claro para
Pablo que dicho mensajero de las tinieblas debía ser expulsado de la
mujer para que la trampa y el engaño no siguieran su curso.
La
Biblia nos enseña todo lo necesario con respecto a las profecías,
las visiones, los sueños, etc. Si tenemos comunión con Cristo y
andamos guiados por el Espíritu Santo, difícilmente seremos
cautivados por falsos mensajeros que quieran desviar nuestra sana
devoción al Señor. Debemos ser responsables en crecer
espiritualmente, congregarnos regularmente y ser diligentes en el
estudio de las escrituras.
“En realidad, a estas
alturas ya deberían ser maestros, y sin embargo necesitan que
alguien vuelva a enseñarles las verdades más elementales de la
palabra de Dios.
Dicho de otro modo, necesitan
leche en vez de alimento sólido. El que sólo se alimenta de leche
es inexperto en el mensaje de justicia; es como un niño de pecho.
En
cambio, el alimento sólido es para los adultos, para los que tienen
la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo, pues han
ejercitado su facultad de percepción espiritual.”
Hebreos
5: 12-14
Queda claro pues que
todos tenemos el deber de cuidarnos y cuidar a otros de caer en los
engaños demoniacos por medio de predicciones y revelaciones
sorprendentes. Tenemos el Espíritu Santo y Las Escrituras, que son 2
tesoros insondables para caminar en Cristo como se debe.
Y para terminar esta
reflexión, quiero mencionar la importancia de la guerra espiritual;
debemos aprender a luchar contra las tinieblas para que nuestro
terreno permanezca limpio y no seamos acorralados. Si Pablo no
reprende el espíritu de adivinación en esta mujer, sencillamente
los habitantes de allí que la oyeron y atendieron el mensaje de
Pablo, hubieran buscado a la adivina tras la partida de los apóstoles
para seguir siendo enseñados con respecto al evangelio; lo cual
hubiese terminado en un engaño perpetuado desde las tinieblas
desviando a los creyentes inexpertos. Es muy fácil pensar que se ha
estado atendiendo el camino religioso o espiritual adecuado, pero es
necesario cuestionarse si la plenitud bíblica respalda el sistema de
creencias que se tiene.
Pablo era un creyente
maduro, dotado con el ministerio apostólico y varios dones
espirituales que lo habilitaban para detectar el engaño y anular la
obra de las tinieblas. Lastimosamente la ceguera espiritual de los
demás fue usada por satanás para estorbar los apóstoles y fueron
encarcelados y azotados, pero finalmente el Espíritu Santo se
glorificó liberándolos de sus cadenas.
“Dios da a cada uno
alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos.
Por medio del Espíritu, a unos les concede que hablen con
sabiduría; y a otros, por el mismo Espíritu, les concede que hablen
con profundo conocimiento. Unos reciben fe por medio del mismo
Espíritu, y otros reciben el don de curar enfermos.
Unos reciben
poder para hacer milagros, y otros tienen el don de profecía.
A
unos, Dios les da la capacidad de distinguir entre los espíritus
falsos y el Espíritu verdadero, y a otros la capacidad de hablar en
lenguas; y todavía a otros les da la capacidad de interpretar lo que
se ha dicho en esas lenguas.”
1
Corintios 12: 7-10
Alejandro Gil Sánchez.