Génesis 1: ¿Desordenado
y vacío?
Lee: Génesis 1: 1-27
Leemos en Génesis 1: 1
que Dios creó los cielos y la tierra. La base para el
establecimiento de los sistemas de vida estaba completa, y no
faltaba ninguno de los elementos que se sujetan a leyes físicas,
químicas y biológicas según voluntad del Creador. Luego en el
versículo 2 leemos que la tierra estaba desordenada y vacía; lo que
implica que la creación tuvo dos fases por así decirlo: 1) Creación
de los cielos y la tierra con sus elementos básicos. 2) Activación
de los elementos básicos para ordenar y ocupar los cielos y la
tierra con los sistemas funcionales y los sistemas de vida que se
derivan de dichos elementos por acción divina.
Lo interesante en este
trabajo progresivo y sistemático de Dios es que podemos apreciar que
la segunda fase de la creación también podemos dividirla en 2
periodos de 3 días cada uno, donde ordena y ocupa respectivamente
con la acción de Su poder. Lo explicaré de esta manera; los
primeros 3 días fueron usados por Dios para establecer orden y los
otros tres días para ocupar lo ordenado:
Día 1: Separación de la
luz y las tinieblas. Gén 1: 3-5.
Día 2: Separación del
firmamento y la superficie de las aguas. Gén 1: 6-8.
Día 3: Separación de
las aguas y la tierra con ordenamiento forestal. Gén 1: 9-10.
Día 4: Ocupación de los
cielos con el sol, la luna y los diferentes astros para diferenciar
el día y la noche (acorde con el orden del día 1). Gén 1: 14-19.
Día 5: Ocupación de las
aguas y el firmamento con especies marinas y aves (acorde con el
orden del día 2). Gén 1: 20-23.
Día 6: Ocupación de la
superficie terrestre con especies terrestres incluyendo al hombre
(acorde con el orden del día 3). Gén 1: 24-27.
Desde que fuimos
concebidos ya eramos creación de Dios, un proyecto de vida,
criaturas en desarrollo; pero el verdadero orden y la plenitud de
vida llegaron cuando Jesucristo nos llamó por Su gracia salvadora.
Muchos coincidimos en que nuestras vidas a pesar de ser reales en
“términos científicos”, estaban desordenadas y vacías de
alguna manera; faltaba “La mano de Dios” para perfeccionar toda
creación y darle propósito. Si se hace nuevamente la lectura del
pasaje, será fácil notar que después que Dios ordena y llena los
cielos y la tierra, hay un propósito en cada sistema funcional y
vital del universo que El proporciona gradualmente. Así mismo vamos
siendo perfeccionados en Jesucristo, todo no se ordena y se llena en
un instante, pero desde el momento en que nacemos de nuevo por medio
de la fe en Cristo (después de recibir y entender el evangelio)
comienza Dios un proceso de orden y llenura en nuestras vidas.
“estando persuadido
de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo.”
Filipenses 1: 6
Curiosamente el Espíritu
de Dios se movía sobre la faz de las aguas desde el principio, lo
cual se menciona en La Biblia con el propósito de enseñar que toda
orden verbal del Padre Creador es ejecutada con poder por su Espíritu
Santo, igual que en nuestra salvación; pues el Espíritu Santo nos
abre el corazón al evangelio para que creamos y nos regenera para
luego morar en nosotros y hacer el proceso que ya hemos estado
explicando.
Muchas verdades por
descubrir hay en Las Escrituras, tesoros escondidos que revelan
misterios y grandezas de nuestro Señor Jesucristo, quien estuvo
presente en la creación y siempre ha tenido el plan de establecer y
expandir Su Reino en todos los tiempos por medio de nosotros los
hijos de Dios.
Sumérgete en La Palabra
de Dios bajo la dirección y guía del Espíritu Santo; conocerás
las inescrutables riquezas de Cristo y su Reino Eterno... vivirás de
manera sobrenatural.
“porque, por medio de él, Dios creó todo lo que existe en los
lugares celestiales y en la tierra. Hizo las cosas que podemos ver y
las que no podemos ver, tales como tronos, reinos, gobernantes y
autoridades del mundo invisible. Todo fue creado por medio de él y
para él. Él ya existía antes de todas las cosas y mantiene unida
toda la creación.”
Colosenses 1: 16-17
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