Un
cristiano esforzado y valiente
Lee
hoy: Josué 1: 1-9
Versículos
clave: 7-8
“Solamente
esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda
la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a
diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas
que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley,
sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y
hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces
harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
Reflexión:
Josué
fue el sucesor de Moisés, conoció la tierra prometida e introdujo a
los Israelitas a tomar posesión del territorio prometido por Dios.
Josué, acorde con lo que sabemos de el en La Biblia, no era un líder
carismático ni un poderoso militar israelí; sencillamente era el
asistente de Moisés y gozaba de una íntima comunión con Dios, pues
permanecía en el tabernáculo buscando su presencia y esto hizo que
El Eterno lo escogiera para liderar a Israel en su nueva etapa de
bendición tras 40 años de peregrinaje en el desierto. Este hombre
obedeció la instrucción de Dios y fue verdaderamente próspero en
todo sentido, dejó una huella importante en la historia espiritual
de Israel y su nombre es muy mencionado hoy día cuando de liderazgo
cristiano y virtud se trata. Si quieres alcanzar el propósito de
Dios para tu vida y dar fruto más allá de tu entendimiento y
anhelos, entonces asume una posición obediente a lo que Dios enseña
en estos pasajes: Esfuérzate y se valiente, esfuérzate incorporando
nuevos hábitos de lectura bíblica y oración, se valiente para
avanzar en la obediencia a Dios aunque el mundo se interponga y toma
fuerzas del Espíritu Santo que mora en ti, para que tu naturaleza
carnal no te sea estorbo hostigándote con temores, inseguridades,
pecados y otros distractores que puedan desviarte del camino de Dios.
Te invito a leer completamente el libro de Josué para que veas como
Dios respaldo a alguien obediente y espiritual, y lo uso para
inspirar toda una nación a ser fiel y entregada al Señor.
Señor
Jesucristo, ayúdanos a ser cada día más parecidos a ti, para que
busquemos sin cesar el rostro de Dios, para que seamos diligentes en
el estudio de Las Escrituras y obedezcamos tus preceptos, sin dudar
que alcanzaremos gradualmente tu propósito para nuestras vidas y que
somos tus embajadores en un mundo necesitado de tu salvación. Amén.
Alejandro
Gil Sánchez
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