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lunes, 19 de enero de 2015

Reflexión Bíblica: Hechos 16.

Mensajero falso con mensaje verdadero




Reflexión:

Muchas personas (supuestos creyentes en Cristo) creen en mensajeros o sistemas religiosos basándose en la veracidad de sus “predicciones” y “revelaciones”, pero sin tener en cuenta su convergencia con la enseñanza bíblica. Normalmente quienes caen en las garras de las tinieblas bajo esta estrategia, son personas que no tienen genuina comunión con Dios, no andan guiados por el Espíritu Santo y su fe es más bien un moralismo intelectual que poco o nada tiene que ver con el discernimiento espiritual que viene de lo alto. Solo alguien que esté lleno del Espíritu Santo y tenga una permanente comunión con Dios en oración, alabanza, adoración, ayuno y estudio bíblico; podrá saber si el mensajero es falso o viene de Dios.

Notamos en la historia que nos narra Lucas (el escritor de Hechos de Los Apóstoles) que la mujer con espíritu de adivinación estaba pregonando un mensaje 100% verdadero y revelador:

Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación”
Hechos 16: 17

Pero lo interesante aquí es que a pesar de la veracidad del mensaje, sabemos que la mujer estaba siendo guiada por un espíritu de adivinación y no por el Espíritu Santo de Dios. Era claro para Pablo que dicho mensajero de las tinieblas debía ser expulsado de la mujer para que la trampa y el engaño no siguieran su curso.

La Biblia nos enseña todo lo necesario con respecto a las profecías, las visiones, los sueños, etc. Si tenemos comunión con Cristo y andamos guiados por el Espíritu Santo, difícilmente seremos cautivados por falsos mensajeros que quieran desviar nuestra sana devoción al Señor. Debemos ser responsables en crecer espiritualmente, congregarnos regularmente y ser diligentes en el estudio de las escrituras.


En realidad, a estas alturas ya deberían ser maestros, y sin embargo necesitan que alguien vuelva a enseñarles las verdades más elementales de la palabra de Dios.
Dicho de otro modo, necesitan leche en vez de alimento sólido. El que sólo se alimenta de leche es inexperto en el mensaje de justicia; es como un niño de pecho.
En cambio, el alimento sólido es para los adultos, para los que tienen la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo, pues han ejercitado su facultad de percepción espiritual.”
Hebreos 5: 12-14


Queda claro pues que todos tenemos el deber de cuidarnos y cuidar a otros de caer en los engaños demoniacos por medio de predicciones y revelaciones sorprendentes. Tenemos el Espíritu Santo y Las Escrituras, que son 2 tesoros insondables para caminar en Cristo como se debe.

Y para terminar esta reflexión, quiero mencionar la importancia de la guerra espiritual; debemos aprender a luchar contra las tinieblas para que nuestro terreno permanezca limpio y no seamos acorralados. Si Pablo no reprende el espíritu de adivinación en esta mujer, sencillamente los habitantes de allí que la oyeron y atendieron el mensaje de Pablo, hubieran buscado a la adivina tras la partida de los apóstoles para seguir siendo enseñados con respecto al evangelio; lo cual hubiese terminado en un engaño perpetuado desde las tinieblas desviando a los creyentes inexpertos. Es muy fácil pensar que se ha estado atendiendo el camino religioso o espiritual adecuado, pero es necesario cuestionarse si la plenitud bíblica respalda el sistema de creencias que se tiene.

Pablo era un creyente maduro, dotado con el ministerio apostólico y varios dones espirituales que lo habilitaban para detectar el engaño y anular la obra de las tinieblas. Lastimosamente la ceguera espiritual de los demás fue usada por satanás para estorbar los apóstoles y fueron encarcelados y azotados, pero finalmente el Espíritu Santo se glorificó liberándolos de sus cadenas.


Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos.
Por medio del Espíritu, a unos les concede que hablen con sabiduría; y a otros, por el mismo Espíritu, les concede que hablen con profundo conocimiento. Unos reciben fe por medio del mismo Espíritu, y otros reciben el don de curar enfermos. 
Unos reciben poder para hacer milagros, y otros tienen el don de profecía. 
A unos, Dios les da la capacidad de distinguir entre los espíritus falsos y el Espíritu verdadero, y a otros la capacidad de hablar en lenguas; y todavía a otros les da la capacidad de interpretar lo que se ha dicho en esas lenguas.”
1 Corintios 12: 7-10




Alejandro Gil Sánchez.