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jueves, 13 de agosto de 2015

La lengua: El timón de la vida. Mensaje #5 - El corazón y la boca


Sabemos que la vida y la muerte están ligadas a la lengua según lo enseña la Palabra de Dios:


"La muerte y la vida están en poder de la lengua,
Y el que la ama comerá de sus frutos."
Proverbios 18: 21 (RV 60)

Y así mismo, sabemos que la vida brota del corazón:

"Sobre todas las cosas cuida tu corazón,
porque este determina el rumbo de tu vida."
Proverbios 4: 23 (NTV)



Estos textos nos explican la importancia de la conexión que hace Jesús entre el corazón y las palabras que salen de nuestra boca. Dios nos enseña que el tipo de vida que fluye en nuestro corazón, ha de manifestarse en nuestras palabras, las cuales a su vez pueden ser para vida o para muerte (tanto física como espiritual). Tu corazón puede determinar el rumbo de tu vida por cuanto dicta lo que saldrá de tu boca. Así mismo, lo que sale de tu boca decreta como vivirás y lo que espiritualmente ha de operar sobre ti, tu casa, tu empleo, etc. ¿Afecta esto la doctrina de la soberanía de Dios? - ¡Para nada! - precisamente Dios en Su soberanía ha determinado delegar autoridad y mayordomía en nosotros (Génesis 1:26). La autoridad y la mayordomía no se perdieron con la caída de Adán y Eva, pero sí se pervirtió el diseño de como debía operar dicho poder. Entre las maneras de perversión está el mal uso de la boca en las malas palabras, las maldiciones, chismes, mentiras, etc. Si esto no fuera como lo expongo, y nuestras palabras fuesen tan solo dichos que se lleva el viento, no encontraríamos textos como los que ya cité y como este que muestro a continuación:

"Porque: El que quiere amar la vida y ver días buenos,
Refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño"
1 Pedro 3:10

La soberanía de Dios incluye la responsabilidad del hombre, y por eso los israelitas tardaron 40 años en llegar a Canaán, porque a pesar de tener un trayecto de 11 días por caminar, sus palabras necias asociadas a sus corazones incrédulos e idólatras, provocaron el enojo de Dios y el veredicto fue esa larga travesía en la que murió la generación que salió de Egipto excepto Josué y Caleb. Dios fue soberano cumpliendo la promesa hecha a Abram (antes de llamarse Abraham) pero aplicó su juicio basado en la responsabilidad de la que la humanidad fue investida desde su origen.

Retomando el rumbo de esta reflexión; escribo estas cosas para explicar la importancia de cuidar nuestros corazones y restaurarlos en los procesos de sanidad interior. Un corazón amargado, herido y falto de la llenura de Dios, será evidenciado al hablar y dicho hablar determinará el rumbo de toda una vida. 

¿Que hay en tu corazón? ¿Has examinado tu hablar? ¿Sabías que algunas de tus penas y problemas sin resolver fueron traídos a tu vida con tu forma de hablar?

Que El Espíritu Santo te de entendimiento y te lleve a sus aguas salutíferas para que vivas de verdad.

Pr Alejandro Gil Sánchez
mision.sembradores@gmail.com