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miércoles, 9 de mayo de 2018
miércoles, 6 de julio de 2016
Que no sean mis palabras
La mayoría hemos leído el texto donde dice que "de la abundancia del corazón habla la boca" (Lc 6:45). Es tiempo de examinarnos a nosotros mismo a la luz de nuestras palabras, la forma en que hablamos de las personas, lo que hablamos con respecto a nuestras experiencias diarias y como nos expresamos con respecto a nosotros mismos, a nuestro futuro, etc.
Cada cosa que decimos afecta de manera directa la atmósfera espiritual bajo la cual vivimos y es como semilla que cae en tierra e indefectiblemente dará un fruto. Pide al Espíritu Santo que tome control de tu lengua y que libere poder y bendición por medio de lo que hablas.
Espíritu Santo, en el nombre de Jesús te pido que hables tu y no yo. Toma el control de mis palabras por favor por medio de la transformación de mi corazón.
Pr Alejandro Gil Sánchez
mision.sembradores@gmail.com
Cada cosa que decimos afecta de manera directa la atmósfera espiritual bajo la cual vivimos y es como semilla que cae en tierra e indefectiblemente dará un fruto. Pide al Espíritu Santo que tome control de tu lengua y que libere poder y bendición por medio de lo que hablas.
Espíritu Santo, en el nombre de Jesús te pido que hables tu y no yo. Toma el control de mis palabras por favor por medio de la transformación de mi corazón.
"Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,
Oh Jehová, roca mía, y redentor mío."
SALMOS 19:14
Pr Alejandro Gil Sánchez
mision.sembradores@gmail.com
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