¿Honras
a Dios o tienes una religión?
Lee hoy: Malaquías 1: 6-14
Reflexión:
La esencia del
cristianismo no reside en la práctica de una religión, sino en la
práctica de una honra verdadera al Señor Jesucristo. Esta honra
solo es posible si el “cristiano” se ha consagrado a Cristo en
espíritu, alma y cuerpo; y su identidad está basada en la verdad de
Las Escrituras, comprendiendo que dicha identidad se resume en una
palabra: SACERDOCIO.
“Allí Moisés subió a encontrarse con Dios, pues el Señor lo
llamó desde el monte y le dijo: Anúnciales estas mismas palabras a
los descendientes de Jacob, a los israelitas: -Ustedes han visto lo
que yo hice con los egipcios, y cómo los he traído a ustedes a
donde yo estoy, como si vinieran sobre las alas de un águila. Así
que, si ustedes me obedecen en todo y cumplen mi alianza, serán mi
pueblo preferido entre todos los pueblos,
pues toda la tierra me
pertenece. Ustedes me serán un reino de sacerdotes,
un pueblo consagrado a mí.- Diles todo esto a los israelitas.”
Éxodo 19: 3-6
“Pero ustedes son
una familia escogida, un sacerdocio al servicio del rey,
una nación santa, un pueblo adquirido por Dios. Y esto es así para
que anuncien las obras maravillosas de Dios, el cual los llamó a
salir de la oscuridad para entrar en su luz maravillosa.”
1 Pedro 2: 9
Fuimos llamados por Dios
para honrarlo y para rendir tributo a El con toda nuestra vida:
Trabajo, conocimientos, tiempo, bienes, sueños, palabras,
pensamientos, etc. Cada respiración es una oportunidad de servir al
Dios Altísimo y convertirnos en sus instrumentos.
En el texto de Malaquías,
Dios reprende a los sacerdotes de Judá que en aquel tiempo se
estaban tomando su papel muy poco en serio, honrando al Señor con lo
primero que conseguían y poniendo en vergüenza el santo nombre de
YHWH (Jehová / Yahvé). A veces los hijos de Dios olvidan que su
llamado no es a practicar una religión sino a ejercer el sacerdocio
para El, y terminan honrándolo mediocremente, enfocando “su fe”
en cumplir normas religiosas, pero viviendo muy lejos de la voluntad
que El Todopoderoso dejó consignada en Su Palabra e ignorando la
dirección del Espíritu Santo.
“Por
tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios
que
se presenten ustedes mismos como ofrenda viva,
santa
y agradable a Dios. Éste es el verdadero culto que deben ofrecer.”
Romanos
12:1 (DHH)
Pr Alejandro Gil Sánchez.
mision.sembradores@gmail.com
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