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domingo, 30 de noviembre de 2014

Reflexión Bíblica: Proverbios 18.

Palabras que labran destino




Reflexión:


Personalmente puedo sostener que crecí en medio de una cultura “suelta de lengua”, es decir, acostumbrado a escuchar de niños, jóvenes y adultos frases y palabras necias y/u obscenas para referirse a cualquier tema: deporte, política, ciencia, vida familiar, economía, vida personal, etc. No importa cual sea el estado de ánimo, el estrato social o el nivel educativo.

Por la Gracia del Señor Jesucristo he aprendido a controlar lo que hablo; El Espíritu Santo detiene mi lengua y activa mi mente renovada para que medite antes de hablar o escribir cuando las emociones quieren tomar el control. Entendí que todo fue hecho por la Palabra de Dios, que todo es sustentado por la Palabra del poder de Cristo y que en la boca de los seres humanos puede labrarse el destino de los mismos porque así determinó Dios que fuesen las cosas, porque sencillamente fuimos creados a Su imagen y semejanza.


En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, 
y la Palabra era Dios. El que es la Palabra existía en el principio con Dios. 
Dios creó todas las cosas por medio de él, y nada fue creado sin él. 
 La Palabra le dio vida a todo lo creado, y su vida trajo luz a todos.” 
Juan 1: 1-4 (NTV)


En el nombre del Señor Jesús podemos usar nuestra lengua para bendecir, orar, alabar a Dios y glorificar al Señor; esto es parte de nuestro llamado y deber. La buena mayordomía de la boca desata un poder tan real, que yo mismo puedo dar cuenta de como mi vida ha sido transformada sustancialmente desde que aplico este principio espiritual (del cual podría enseñar un seminario de toda una mañana si fuese el caso). He visto como las personas estancan su existencia con malas palabras, maldiciones contra sí mismos y contra los demás, dichos cargados de amargura y necedad; obscenidades y palabras que huelen a ruina y muerte en vez de ser aroma de vida, paz y prosperidad.


Pues las Escrituras dicen: Si quieres disfrutar de la vida y ver muchos días felices,
refrena tu lengua de hablar el mal y tus labios de decir mentiras.”
1 Pedro 3:10 (NTV)


Dediquemos buenos tiempos de oración y alabanza a nuestro Señor Jesucristo, para que seamos transformados integralmente y nuestra forma de hablar “abra el cielo” sobre nosotros. El uso santo de nuestra boca traerá mucha bendición a nuestras vidas, pero el uso necio inevitablemente producirá frutos de maldición tarde o temprano, porque indefectiblemente el hecho de usar la boca es un acto de trascendencia espiritual aunque se haga con la carne.


Te has enlazado con las palabras de tu boca, 
y has quedado preso en los dichos de tus labios.” 
Proverbios 6: 2 (RV60)




Alejandro Gil Sánchez.

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