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miércoles, 7 de enero de 2015

Reflexión Bíblica: Génesis 1.

Volvamos a los orígenes.




Reflexión:

Durante años asumí que el plan de Dios era específicamente la salvación del hombre para mejorar su existencia y al final de sus días se encontrarse con Cristo en su segunda venida para disfrutar la vida eterna en una dimensión celestial. Esta forma de entender el plan de Dios no es mala de ninguna manera, ni contraria a las enseñanzas de Las Escrituras, pero promueve una visión incompleta y sesgada con respecto al plan integral que nos da Dios en Su Palabra.



Lo explicaré de esta manera:
  1. Dios concibió la humanidad a su imagen y semejanza reales para darles autoridad sobre la tierra: Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, para que sean como nosotros. Ellos reinarán...”. Luego les dice con respecto a la tierra: gobiernen sobre ella”.
  2. Dios concibió a los seres humanos para que se convirtieran en un pueblo y poder así desarrollar una cultura: “Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra”.
  3. Dios creó la tierra para darle al hombre el alimento necesario sin límite alguno: “¡Miren! Les he dado todas las plantas con semilla que hay sobre la tierra y todos los árboles frutales para que les sirvan de alimento.”

Nota: Bíblicamente, la instrucción de comer carne animal vino en el pacto con Noé (Génesis 9: 1-4).

Es claro que Dios planeo un escenario de autoridad, productividad, salud y abundancia para nosotros los humanos; pero a causa de la caída de Adán y Eva, vinieron la muerte (espiritual y física), la enfermedad, la pobreza y el exilio de la gloriosa presencia de Dios. Vemos como en ese momento se detiene el curso del plan integral, pues la maldición ha llegado a la creación y el hombre pierde su posición de gobierno, quedando esclavo de su naturaleza caída.

Otro aspecto importante que nos abre los ojos al entendimiento de este gran proyecto divino, es la visión profética del apóstol Juan en Apocalípsis sobre la culminación de todas las cosas, donde vemos que la creación es llevada al estado inicial de pureza y perfección del huerto en Edén:

[...]Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, 
preparada como una novia ataviada para su esposo. Entonces oí una gran voz 
que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, 
y El habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. 
El enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, 
ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado.”
Apocalípsis 21: 1-4

Por lo tanto, nuestra salvación eterna (que es una realidad actual, no algo por venir) no es la consumación del plan de Dios, sino más bien el principio. Al ser salvos (espíritus vivos y conectados con el cielo por medio del Espíritu Santo), adquirmos la identidad y misión de Adán y Eva del tiempo en que tenían comunión perfecta con Dios; lo cual nos pone en una posición especial para ejercer una misión especial en esta tierra mientras se consuma la manifestación del Reino de Dios.

La creación espera con gran impaciencia el momento en que
se manifieste claramente que somos hijos de Dios.”
Romanos 8: 19

Es hora que le preguntes al Señor Jesucristo cual es tu papel y potestad en Su Reino.

¿Has pensado porque hoy día no se ven tan a menudo los milagros y experiencias sobrenaturales de la iglesia del primer siglo?

Sencillamente porque los cristianos hoy día no tienen mentalidad de “Reino” sino de “Castillo”. La vida cristiana está enfocada solamente en el avance de la iglesia donde se congregan y la satisfacción de sus necesidades inmediatas, en vez de entender que fueron trasladados de la potestad de las tinieblas al Reino de Jesucristo, donde están sus inescrutables riquezas (maravillas espirituales que ni nos imaginamos). ¿Sabías que orando bajo la dirección del Espíritu Santo puedes transformar desde una situación personal hasta el destino de una nación? ¿sabías que la esfera espiritual y terrenal están divididas solamente en tus sentidos y que puedes aprender a influir en ellas con el solo hecho de tener estrecha comunión con Cristo y andar en santidad?

No te limites a sentarte en la banca de una iglesia cada semana y tratar de ser bueno ante la mirada de Dios y los demás. Estas cosas deben hacerse, aunque son más bien el fruto temprano de la salvación y deben avanzar hasta el punto que ejerzas tu llamado e identidad que te fueron dadas en los cielos, en lo eterno.

El proceso apenas ha comenzado. El plan integral de Dios es el avance de Su Reino y así ha sido siempre, desde Génesis hasta Apocalípsis.

Que El Eterno te de entendimiento.

Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús,
a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.”
Efesios 2: 10

Y entonaban este nuevo cántico: Digno eres de recibir el rollo escrito y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado, y con tu sangre compraste para Dios gente de toda raza, 
lengua, pueblo y nación. De ellos hiciste un reino; los hiciste sacerdotes 
al servicio de nuestro Dios, y reinarán sobre la tierra.”
Apocalípsis 5: 9-10




Pr Alejandro Gil Sánchez.

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